Que el gravel ha venido para quedarse ya, casi, nadie tiene dudas. Las cifras lo demuestran, el último informe de Strava muestra un crecimiento de la modalidad del gravel, en España, de un 70%.
Si hablamos de marcas las dos primeras del ranking Gravel en España son 1ª Orbea y 2ª Trek. Dos de las marcas de las que Cicles AB es distribuidor en Castellón.
Pero no solo las cifras te pueden ayudar a pasarte al Gravel. Aúna muchas bondades del MTB y de la bicicleta de carretera, algo también a tener en cuenta.
Para terminar de convencerte de lo bueno que nos trae el Gravel, a continuación te dejamos varias razones de peso.
Versátiles para cualquier terreno
Una bicicleta de gravel se adapta con solvencia a cualquier terreno. Puedes rodar con soltura en asfalto y pistear por el monte por caminos y senderos. Aunque tienen un límite, no pretendas ser el más rápido en asfalto, ni en las trialeras más abruptas.
Pero si tienes una buena técnica de bajada podrás acometer terreno complicado con más facilidad de lo que parece a simple vista. En definitiva, es una todoterreno increíble. Sus neumáticos anchos, una geometría robusta y un excelente manejo son elementos comunes en este tipo de bicicletas.
Cuentan con una geometría completamente enfocada al equilibrio entre rendimiento y comodidad.
Amplio abanico de tipos de neumáticos
El paso de rueda de las gravel es más que generoso. Puedes montar un amplio abanico de tipos de neumático, sin importar lo grande que sea el balón.
Un neumático grande te aportará comodidad. Va a actúar como una especie de pequeño amortiguador. Saber manejar las presiones es particularmente importante en el gravel.
Si quieres salir por la carretera, no hay problema. Montas unas cubiertas lisas en una rueda de 700c para rodar rápido, y listo.
Con tener un par de juegos de ruedas, tienes dos bicis en una.. Siempre te resultará más económico, que adquirir bicis diferentes para cada uso.
Geometría cómoda
Las bicicletas de carretera están diseñadas, fundamentalmente, para ir rápido. Así, su geometría te obliga a adoptar una posición aerodinámica, en mayor o menor medida. No todo el mundo puede adoptar esa postura durante mucho tiempo. Puede que no tengas flexibilidad o que, simplemente, te apetezca rodar más erguido. Por ello, puede que una bici de gravel se adapte mejor a tu forma de pedalear.
Por norma general, la geometría de una bicicleta gravel es un poco más vertical, lo que requiere de menos flexibilidad en la espalda. La distancia entre ejes suele ser un poco más larga que las de las bicis de carretera. Lo que se traduce en más estabilidad al rodar por terreno accidentado.
Un ángulo de dirección más cerrado también contribuye a la seguridad. Por otra parte, el cuadro de una bici de gravel está configurado para absorber las vibraciones del terreno, de modo que el pilotaje resulta más cómodo.
Desarrollo versátil
Las transmisiones específicas de gravel son muy polivalentes, aúnan características propias de los grupos de carretera y de grupos para MTB. Las posibilidades son enormes y todo depende del terreno por el que quieras aventurarte.
La mayoría de los grandes fabricantes ofrecen sus propios grupos de gravel, como la serie GRX de Shimano, Campagnolo Ekar, SRAM XPLR, etc. Pero las opciones de montaje son infinitas.
Puedes montar una configuración de un único plato, con una selección más amplia de cambios en la parte trasera. O un grupo con dos platos.
Incluso, podrías plantearte montar un grupo de carretera, si tus rutas no van más allá de pistas en buen estado y asfalto.
Una bici más sufrida
Una bicicleta de gravel está preparada para recibir un maltrato extra por caminos y senderos.
Las bicicletas de gravel se pueden manejar en terrenos similares al de una MTB de XC. Sin duda, serán necesarias algunas habilidades y tener en cuenta ciertas limitaciones.
Comodidad y buen manejo
Una bicicleta de gravel tiene una distancia entre ejes más larga que una bicicleta de carretera y el ángulo de dirección es más cerrado, lo que implica una rueda delantera más lanzada. Los tirantes suelen ser curvos y con más distancia entre ambos, lo que aporta cierto grado de flexión al conjunto. A ello contribuye también una longitud de vainas más larga.
Lo comentado anteriormente y la posibilidad de montar unos neumáticos anchos, permite un manejo estable que transmite sensación de seguridad.
El estándar de las cubiertas de una gravel suele fijarse en 40 mm, tolerando anchuras mayores.
Por otra parte, las bicicletas de gravel suelen montar manillares con un ángulo de curva más abierto. Esta configuración permite al ciclista un agarre más amplio, lo que aporta mayor estabilidad en terreno irregular.
Ideal para un viaje ciclista
Si piensa en hacer una ruta ciclista larga o de varios días, un modelo de gravel es la solución ideal. Una postura erguida, la geometría cómoda del cuadro y unos neumáticos todo-terreno la convierten en la bici perfecta para largas jornadas de pedaleo, sin preocuparte el tipo de terreno que tendrás que transitar..
Su manejo más estable las hace perfectas para cargar equipaje. En este sentido, muchas vienen preparadas con puntos de anclaje para montar soportes para alforjas y bolsas de viaje.
Hay diferentes opciones, una bolsa para el manillar, una bolsa para el tubo superior, una bolsa para el tubo inferior, bolsas para la horquilla, alforjas, e incluso un carrito.
Las bicis de gravel son divertidas
Además de lo que te hemos contado, otra razón para hacerte con una bici de gravel es que te promete diversión a raudales. Con una bicicleta gravel puedes ir a cualquier parte, circular por cualquier terreno y disfrutar de casi cualquier aventura que imagines.
Puedes usarla en tus trayectos al trabajo por la ciudad o emplearla como una forma de descubrir el territorio, incluso salir con la grupeta. Posiblemente, el tipo de bicicleta que mejor define la palabra libertad aplicada a la práctica del ciclismo.
